5.5.07

Como la escarcha.

Como la escarcha,
aparece al principio de la primavera
y deja una imperceptible pátina
sobre mis libros más queridos,
sobre mi pluma,
y entre mis inquietudes.

Excepcionalmente
-es decir,
casi siempre-
al aparecer con su estruendo,
abre todas las ventanas
y mis recuerdos
se alzan por los aires.

Son raros estos días de Abril,
cuando las libélulas emergen
tras la tormenta y, posándose
sobre sus finísimas patas,
acallan mis miedos.

8 Experimentos:

Anónimo dijo...

La libélula siempre me produjo miedo cuando revoloteaba cerca de mi en esos paseos primverales, y su sonido al pasar...me pareció siempre como un enorme avión, después me he parado a pensar, que no es tan fiero el león como lo pintan...

Bello poema el tuyo.

Un beso, tu visita será siempre bien recibida.

** MARÍA **

P.D: Quizá tu poema anuló mi psicosis a las libélulas.

Anuk dijo...

Libélulas que vienen a liberarte y a regalarte calma

Paula dijo...

qué belleza la de estos días pasados de abril, con sus tormentas, y con sus tormentos

pero las libélulas vuelven, siempre vuelven

Un abrazo

Daniel Moscugat dijo...

Me inquietó un tanto este poema, aunque al leer el final me ha parecido enorme, tal que escueto resumen de todo un universo concentrado a punto de reventar cual big bang.
Un saludo.
P.D.: Me gustaría publicarlo en Antaria y Poesía si me concedes el honor. Gracias.

botas de agua dijo...

mmmmmmmm me gusta mucho como suena. Excepcionalmente -es decir, siempre- volveré.

ybris dijo...

De la paz a la inquietud.
En el medio la tormenta con sus miedos y alborotos.
Y vuelta a la paz de las libélulas.

Así vamos viviendo sin perdernos.

Muy bello.

Un abrazo

peregrina dijo...

Tan hermosos versos...

Hipatia dijo...

Hola Joan:
Me ha parecido bellísimo.
¿Te has fijado en el sonido -como un bisbiseo, o un tenue zumbido- que hacen con las alas al volar?
Felicidades, amigo.
Saludos desde la Enterprise.

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