31.5.07

Luz.

Y se lo hubiera llevado,
consiguiendo inmensa gloria,
si al punto no lo hubiese advertido Afrodita.

(La Ilíada; Canto III)


Caminamos inseguros
entre escollos y celadas.
Tanteamos del Universo
sus enredos, sus intrigas,
percibiendo sólo a ráfagas
a los mudos compañeros
de esta árida travesía:
una rama acunada
en el árbol que la ignora,
los despiadados automóviles,
las partituras exhaustas
tras el fragor de la batalla,
las manos que aletean
al hacer un juramento,
o el contorno que abarca
a la espalda indescifrable
que aguarda un solo gesto.

Al caer la tarde
con el certero estoque
del acero tenebroso,
un manto oscuro de agonía
envuelve al árbol,
extingue el murmullo de las hojas;
asola hierro, plástico,
bielas y neumáticos;
deja moribundos
piel, cartílagos y huesos,
con la misma soledad
que entristece al esqueleto.

Y siempre,
en el último momento,
los alcanzas con tu abrazo
preciso, firme, amplio,
-como el de una Afrodita
rescatando de la muerte,
puntual y agradecida,
a un Paris derrotado-
otorgándoles la vida,
devolviéndoles su aliento.

13 Experimentos:

Joan Torres dijo...

Han sido varios días sin poner una línea propia. Días de tomar prestadas a otros sus palabras, ante la absoluta dificultad de balbucear ni una palabra. Pues toda mi energía la absorbía este poema; como una obsesión. Ahora, por fin, puedo presentarlo con la inquietud de quien lleva a su amada, por vez primera, a la casa de los padres.

Hipatia dijo...

"Al caer la tarde
con el certero estoque
del acero tenebroso,
un manto oscuro de agonía
envuelve al árbol,
extingue el murmullo de las hojas;"

Joan, iría poniendo aquí, verso a verso todo el poema... Imagino el esfuerzo; ha valido la pena: "tu amada" me cautiva; y emociona por el alma derramada en la búsqueda de cada palabra.
Infinitas gracias. Me lo llevo a la nave.
Un beso muy grande, desde la cálida Enterprise.

gemmacan dijo...

Tomar prestado se hace a veces necesario, para ir cociendo a fuego lento el plato fuerte que se hace esperar.
La entrada de Homero, como si el mismísimo Aquiles presidiera la mesa, abre el apetito de los comensales, y después, después paladear, que de eso se trata el manjar. De leer y releer, para grabar, entender y saborear.
Entre escollos y celadas andamos con un ojo abierto, entre miedos y con los hombros pesados, buscando sin esperar, aguardando -como dices- un solo gesto que a menudo nunca llega.
Pero el postre, fundido en impactos, nos sentencia un abrazo maternal y amplio.
Delicatessen. ;)

Carz dijo...

El momento que nos salva (si acontece) siempre es el último, por la sencilla razón de que es el único definitvo (o que asumimos como tal).

Saludos.

ybris dijo...

Ha merecido la pena la espera.
Al final siempre hay un abrazo como el de Afrodita para rescatar todas las derrotas de su triste destino.

Abrazos

Helena dijo...

'oh Paris de hermoso rostro y corazón de hembra, mejor sería que no hubieras nacido'. Es lo que dice Hector a su hermano, muerto por una flecha de Filoctete. Paris es un hermoso cobarde, rescatado de una muerte honrosa por Afrodita cuando iba a ser estrangulado por Menelao.Tus palabras, Esceptico, son bellas, pero huyen del significado. El fin del arte poético es poner la belleza del verbo al servicio del sentimiento para expresar lo inexplicable. Si pensaras más en ello y te dieras más tiempo...

Anuk dijo...

En un instante brillante, un golpe inesperado, sacude mundos.
La intensidad de la luz puede deslumbrar hasta perder la vista.
Sin claridad, se desenfoca el objetivo y toda imagen es incierta.
Ignorada, un alma transparente se desvanece como un fantasma.
Vuelve el espectro del pasado a estar presente para que haya futuro.

Anónimo dijo...

Debo fingir que hay otros. Es mentira. Sólo tú eres.
Tú, mi desventura y mi ventura, inagotable y pura..
Grina Pérez

Enrique Sabaté dijo...

Sin duda mereció la pena el esfuerzo. Es un poema muy bueno. Esta vez fueron vencedores los amorosos brazos.

Salud.

Leuma dijo...

Es precioso.
El abrazo de madre como luz salvadora de la inseguridad, la agonía, la soledad,...Tu cosecha propia es muy buena, es sólo cuestión de paciencia para dejarla salir.

MALEFICABOVARI dijo...

A veces es preciso tomarse un tiempo, incluso tomar palabras prestadas, incluso, hacerlas nuestras, porque muchas veces, nuestros sentimientos están descritos de manera magistral por alguien que ya les encontró su sentido, sentido que nosotros quizás seguimos buscando...
De cualquier manera, lo importante es manifestarse, no huir de nada, y seguir adelante.
Un beso fuerte,
Male

Joan Torres dijo...

Darnos más tiempo, pensar más allá de lo imprescindible es algo que un "blog" no permite. Ése ejercicio, tan necesario a la hora de pasar a la edición impresa, no es el objeto, creo, de aquí.

Te explicaré, Helena, en otro momento el cruce de opiniones y juicios que ha generado tu comentario -todos ellos interesantes y riquísimos-. Por diversos motivos todos han quedado, desgraciadamente, al margen de este foro. El tratar de reproducirlos ahora haría que sonaran falsos y que aparecieran sin la frescura con que se emitieron.

Pero sí que me gustaría hacer una reflexión: efectivamente Afrodita, al librar a Paris de la muerte, le privó de la redención, pero, ¿es eso tan importante de cara al sentido de este poema? Como sabes la imagen mitológica utilizada provenía del hecho de que la existencia de los objetos depende, para nosotros, de la percepción que tenemos de ellos. La luz sería, pues, quien les daría la existencia, quien los resucitaría. ¿No es cierto que en muchas ocasiones habría sido mejor para el Universo que el hombre no hubiera tenido conocimiento de su existencia? La pieza a punto de ser cazada, si no recibiera el luminoso rayo que la revela a los ojos del cazador, aunque “muerta”, seguiría viva.

Sea como sea, como siempre, lo que escribimos tiene su propia vida. Como un hijo que, (¿verdad E?) escoge a quien frecuenta, nos gusten o no sus compañías. Pero vive.

Manos pequeñas dijo...

La luz es simplemente la ausencia de oscuridad.
Pero muchas veces la necesitamos.
Cariños, espero tu visita en mi blog que se acaba de inagurar..!
Yo siempre me pasearé por aca!

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