27.6.07

Futuro.

Llego a tu casa y escucho con total claridad los gemidos que emitirás dentro de unas horas, cuando te embista. Para entonces habremos discutido dos veces: una por la última edición del tiempo perdido –defiendes la traducción de Salinas, yo la de Manzano-; la otra aún no la recuerdo.

Cuando entro en tu salón todavía no has llegado de tu boutique. Pero estás aquí. De una forma extraña, ya lo estás. Tus cortinas se inclinan con un movimiento casi imperceptible cuando cierro la puerta. Su balanceo desplaza por el aire algunas moléculas impregnadas de ti: moléculas de sándalo, de nicotina, de sal y de vagina.

Dentro de unas horas veré cómo descalzas tus zapatos negros de tacón. Y en una posición insoportable quedarán varados en la alfombra. Ahora recuerdo el motivo de la otra discusión.

El calor acumulado a lo largo de este veintinueve te traerá, dentro de pocas horas, embreada, cubierta de un finísimo cristal salado y malhumorada. Sabré qué hacer contigo, en qué lugar frotarte el cansancio. Tu cuerpo se arqueará pidiéndome la clemencia del vencido y yo te la negaré. Es otra la súplica de tus pezones.

El camino hasta la cama nos parecerá intransitable y aceptaremos tácitamente el cobijo del sofá. Otra vez el sándalo. Otra vez la madera, las conchas, y el revoloteo de las gardenias enfebrecidas.

Cierro la puerta con llave. Y espero a que aparezcas, sudorosa y perfecta, de mi pasado.

10 Experimentos:

Sergi Bellver dijo...

Parece que hay una epidemia de nostalgias encendidas por la "blogosfera", unas hacia el pasado, otras hacia lo futurible, todas ancladas en la infinita sed por un presente que arda.

Me ha encantado lo de "embreada". Alguno le cambiaría la brea por chocolate negro, usaría a la chica de plato de postre y no dejaría escapar ni una gota. Hay quien se lo ha propuesto vedadamente a alguna que otra diosa, pero se hacen las suecas, o están muy lejos, allá en el puto Olimpo.

En fin, mal asunto, este del calor. Hace ciertos empeños menos soportables.

Un abrazo.

pd: te acabo de dejar macro-comentario bajo lo del quinteto de afortunados.

Sergi Bellver dijo...

re-pd: se me había escapado La búsqueda del poema. Ya, todo al día.

Sírvete algo, anda, y saca el espetec.

gemmacan dijo...

Un pasado que nunca puede morir si no es sustituido.
Maravillosa manera de mezclar presente, pasado y futuro en una misma escena.

Carz dijo...

Hay presencias que alabean el tiempo y lo convierten en un dédalo del que somos incapaces de salir si se nos rompió nuestro hilo de Ariadna.

Brindemos por ello.

ybris dijo...

Un futuro sacado del pasado.
Intentamos preverlo para disfrutarlo.
A veces lo conseguimos.
Otras veces nos queda un sbor a no sé qué.

Espléndido relato.

Un abrazo.

Hipatia dijo...

El amor o el deseo palpitan en el fondo de intuiciones infinitas que revientan en el presente.
Qué bello, Joan.
Un beso desde la Enterprise.

.JL. en los afelios dijo...

6.

Pero con cierta clase...

(perdona mi osadía, pero siempre veo tus comentarios deseaba hacerlo, un placer conocerte.
Te felicito por el poema a la luz)

P.D:espero me visites pronto.
Abrazos noctámbulos.

Lunarroja dijo...

¿Llegó?

Anónimo dijo...

Interesante, mucho. Esa mirada al futuro que pone la piel de gallina aunque haga calor aquí fuera.

Un placer haber encontrado este blog y leerte
Besos

Simplemente Olimpia. dijo...

Una intuición idílica, superficialmente beata de posibles interferencias...sin ser suceptible a cambios.

Un relato predecible, placentero, creible y circunstancial.
Lástima que al cerrar la puerta nos dejaste sin el instante final con el que sucumbir al orgasmo, -conjetura perfecta- "inconcluso".

Olimpia.

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