No estoy de acuerdo. Las palabras, vertidas por un auricular telefónico, vomitadas en soledad al aire o confesadas al oído del amigo pueden ser terapeúticas. O narcotizantes.
En mi caso, donde tanta distancia hay por medio, si no fuera por las palabras escritas, por las palabras dichas y escuchadas, la ausencia sería una lacra insoportable.
Este Carz no deja tranquilo ni al lucero del alba: yo siempre me había conformado con palabras como vectores. Quizás por ello las ausencias se me quedaban invariantes. Pues tendré que recordar conceptos de cálculo tensorial. Que a menudo las ausencias lo son demasiado.
19 Experimentos:
A veces también pueden hacerla más grande, más profunda, más inmensa...
las palabras tienen siempre muchas posibilidades, y muchos reversos.
A veces me asusta pensar la increíble fuerza que tienen, lo mucho que podemos hacer con ellas, y lo peligrosas que pueden llegar a ser también.
Nada mengua la ausencia.
Sobre todo algunas.
Saludos, desde Andalucía.
Saludos del Tío Bob! Crítico de blogs, http://actorsecundariobob.blogspot.com
No estoy de acuerdo. Las palabras, vertidas por un auricular telefónico, vomitadas en soledad al aire o confesadas al oído del amigo pueden ser terapeúticas. O narcotizantes.
Depende qué palabras,... pero si pueden curvar el espacio deben ser poderosas. Carz es muy creativo, me parece original lo que escribe.
En mi caso, donde tanta distancia hay por medio, si no fuera por las palabras escritas, por las palabras dichas y escuchadas, la ausencia sería una lacra insoportable.
¡ Y hay gente que ha entendido lo que has dicho...! joooooo
Me quedo la frase,
gracias,
su admiradora
AA
Te falta inspiraciòn?
:)
La palabra contigo siempre es divertida. Y la letra. Incluso terapéuticas ambas.
Gracias siempre, Joan.
Vive Usted en mi Barcelona… una de esas miradas con las que a veces me cruzo
No, Uma, me sobra admiración.
Este Carz no deja tranquilo ni al lucero del alba: yo siempre me había conformado con palabras como vectores.
Quizás por ello las ausencias se me quedaban invariantes.
Pues tendré que recordar conceptos de cálculo tensorial.
Que a menudo las ausencias lo son demasiado.
Un abrazo.
Einstein tuvo que aprender cálculo tensorial de la mano de Hilbert para generalizar su teoría de la relatividad.
Pero, mucho me temo, que no haya ecuación alguna que me libre del naufragio: tendré que aprender a vivir en el fondo.
De todas formas no le hagas mucho caso... a mí ni se me ocurre hacérselo.
Hay, sin embargo, ausencias inflexibles...
(Vaya sí las hay)
No creo que sean las ecuaciones quienes nos salvan, sino las incógnitas que planteamos en ellas.
Yo también soy defensora de palabras.
Por ejemplo, de las tuyas.
Y en este momento de la que escribo: beso.
Creo que se admira en el otro algo que uno posee...serà?
Mi abrazo, estimado Joan
:)
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