Desde un agujero oscuro, al que termino llamando mío, soy testigo de una quietud amarga y embustera.
Las horas esperan un mejor momento para apostar sus mangoneles, escaleras y arietes.
Soy mal guardián de este castillo, viejo y cansado de otras guerras.
Qué lejos el tiempo de la inconsciencia, cuando el veneno era pócima de vida.
5 Experimentos:
Este es un blog difícil y antes no lo era... hay mil puñetitas arriba, antes de poder empezar a leer.
Cuídese... qué hemorragia de comentarios, de repente... es que me alegro mucho de volver a verle, querido.
Si necesita unos tripis, ya sabe dónde y cómo ando.
Besooooo
¿Y a mí, que siempre me pareció aquel primer Laboratorio complicado de cojones?
Envejezco mal.
Vaya. Me asistió Wikipedia y no el DRAE con lo de los mangoneles. Gracias le sean dadas.
El caso es que, aun en el silencio, la sensación de asedio perdura.
Mejor la inconsciencia que el miedo.
Abrazos.
Si necesitas unos ojos, unos brazos, para ayudarte a guardar tu castillo... si necesitas un rayo de luz... recuerda que aquí estamos.
Besos
Envejeces de escándalo.
Te lo digo yo, que llevo eones sin verte, y eso da mucha objetividad:)
Besos.
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