2.11.10

El día de difuntos en el cementerio de Vic.

La muerte va reclamando su espacio en mi pensamiento, a medida que van
pasando los años. La nada; la conjunción, de hecho, de todas las
nadas; el olvido; mi legado... No resulta fácil a un agnóstico
enfrentarse solo a la brecha que dejó el desplome de la religión. Urge
remover cada una de las preguntas que nos acechan, no para asignarles
pintorescas respuestas —la religión no necesita otro mesías—, sino
para atinar con las preguntas correctas.


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3 Experimentos:

Veleidosa dijo...

Enhorabuena por retomar el blog y además con tanto acierto.

Un fuerte abrazo,

Veleidosa.

ybris dijo...

Dices bien. Más que respuestas etéreas hay respuestas a las preguntas adecuadas.
Decía Alexis Carrel que si antes de nacer pudiéramos pensar, tendríamos tanto miedo de la vida como los vivos lo tienen de la muerte.
No es el el fondo tan desolador regresar al antes del principio desde el después del final.

Abrazos.

Unknown dijo...

Jo tampoc crec que hi hagi res després de la mort. Només resten la degradació del nostre cos i els fruits del nostre arbre. I ja està. i no ha de passar res més.

He pogut gaudir de la vida i, sobretot, de les persones que m'estan acompanyant. No nessecito res més. Cada segon que passa, és un segon que he guanyat a la mort. Sempre que puc, em dic que estic de molta sort d'haver arribat on sóc en aquest moment, podia haver set pitjor i, fins hi tot, podria haver passat que jo ja no estigués gaudint dels teus escrits.

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