3.5.07

Fe.

En el umbral del sueño se intensifican los recuerdos de la niñez. Se enmarañan con las creencias. Y ocurre que el sonido de las gotas de lluvia estallando contra los adoquines, el abrasador roce de una ortiga que se coló entre mis juegos infantiles, el cansancio tras la dura escalada, o la sosegada respiración de un niño, son las verdades en las que en realidad creo.

Casi tanto como en la capacidad creadora del ser humano, en su potencial aniquilador o en su implacable crueldad.

8 Experimentos:

Mr. TAS dijo...

la Fe, el gran inveno de los teólogos!
Cuántas explicaciones se han ahorrado con ella!

un saludo

AiguaMel dijo...

Creo en el cielo, en los rayos que atraviesan las nubes y se reflejan en el mar. Creo en los sentimientos, antes que las miles razones que nos pierden en el más allá. Creo en el angel de la guardia, que me has protegido sin yo saberlo en tantas situaciones engorrosas y peligrosas, por esos mundos de Dios. Cada vez creo más en mí y en que lo único que vale la pena es en vivir en aquello que siempre hemos creído, aunque todavía no se haya cumpido. Creo que todos los seres humanos tienen algo por lo cual se salvan de la quema. Creo que cuando somos crueles es porque tenemos miedo y mucha ignorancia. Creo en el Amor con mayúsculas, que hace que el ser humano por dos segundos se convierta en divino.

Un abrazo

Un abrazo

. dijo...

¡Claro que creo en los milagros! Con esos que se repiten a diario con cada amanecer, creo en la explosión de jubilo de la rosa, en la exquisita fragancia de un bosque, en el primer paso de un niño. Absoluta fe.
Un abrazo

Alice ya no vive aquí dijo...

Yo no puedo creer en esa potencialidad, aunque la vea. Me cuesta, y la tengo delante, y me grita, me hiere, y aún así, la idealista que respira por mis poros me pide que crea en algo más, y no siempre puedo.

No tengo mucha fe en nada, quizá en lo único que creo hoy por hoy es en VIVIR.

Hipatia dijo...

Para mí las creencias son una cosa y las ideas gracias a las cuales voy circulando por la vida -que suelen ser transitorias- son otra cosa. Éstas que pones aquí son de las segundas, son aromas y sabores de vida que te van haciendo único.
Gracias.
Saludos desde la Enterprise.

Helena dijo...

Todos creemos en algo, en la existencia de Dios, en la no existencia de Dios, en el dinero, en el placer, en nuestras capacidades o en las capacidades del ser querido. Pero en algo se cree. Y luego están los que sufren porque perdieron la capacidad de aprender y sorprenderse. Como dijo Serrat: Bienaventurados los que lo tienen claro porque de ellos será el Reino de los Ciegos.
Yo es que tengo mis dudas

ybris dijo...

La fe se basa en la confianza en una persona que nos hace aceptar lo que no hemos visto pero que él nos dice.
La fe por eso es tan difícil como encontrar las personas que nos inspiren confianza.
Por eso muchos creemos en aquellas edades que vivimos cuando éramos sinceros.

Precioso el poema que dejaste en mi entrada sobre el mar.

Gracias y un abrazo

Tristancio dijo...

De tanto en tanto, cuando el sueño me convoca, escucho el ruido de un mar lejano. Al darme que cuenta que la ciudad que me habita no tiene mar, me sorprendo y me entristezco. El ruido de los autos en la noche, en avenidas lejanas, se confunde con el ruido que sentí desde la panza de mi madre...

¿Tendrá que ver esto con la fe que perdí?

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