¡Ay de nosotros, aquellos que saboreamos el amargo sabor del desarraigo, disfrutándolo, nómadas cuya cabaña de esperanzas se ha plantado en lugares extraños, en países remotos o en ilusiones inalcanzables!
Como zíngaros hacemos del destierro nuestro hogar, y en él recalaremos de por vida.
Somos apátridas y por ello amamos al hombre sin etiquetar su procedencia.
¡Ay de ti, de mí…!
¿Qué tierra, al final, querrá hacer suyos nuestros huesos?
12 Experimentos:
Música formidable.
Nómadas o desterrados no son iguales, pero cuando se juntan dan la medida de una tristeza incomparable.
Que es lo que nos lleva a saber apreciar al hombre por lo que es y no por su procedencia.
Abrazos
Cualquiera en la que nos sintamos bien.
Los gitanos tienen una fuerza impresionante, a más de uno le gustaría dejar su tierra y seguirlos. Me encantó la música.
Guardo un sentimiento especial con los desterrados, o los que se sienten así.
Todos deberíamos sentirnos en tierra de nadie alguna vez. (Hice un post en recuerdo de una buena amiga argentina).
"Somos apátridas y por ello amamos al hombre sin etiquetar su procedencia."
¡Bravo!
La música, buenísima.
Un beso desde la Enterprise.
Creo que el desarraigo nos constituye esencialmente, sea cual sea nuestra historia, sea cual sea nuestra biografía. Alguien dijo que la única patria del hombre es la infancia. Y otro alguien habló de la imposibilidad de sentirse en el mundo como en casa. Ambas ideas me son muy cercanas.
Un beso
Ay,ay,ay Joan! Esa música cómo me conmueve!! Zíngaros, gypsies, roma, ciganos, gitanes...Somos hijos del viento y de la luna, la tierra sólo es un lugar de paso. Nuestra patria es el mundo, somos el mundo.
Decía Saramago que los hombres somos mucho más hijos del tiempo que de la patria. Y creo que tiene razón.
La noción de patria fue un invento de la Revolución Francesa cuando se carecía de dinero para pagar a los soldados y se instauró la leva forzosa mandándose a los soldados a la guerra por amor a la patria. No es raro que aborrezca de dicho concepto.
Me he sentido mucho más desarraigado rodeado con gentes de mi pueblo que con un lapón que cantaba su música tradicional: en su persona se enraizaban unos principios comunes a los míos.
El desarraigo es más un sentimiento de extrañeza por el sentir que le rodea a uno que por añoranza geográfica. El desarraigo proviene del aislamiento emocional, de la incomunicación.
Qué más dará donde reposen nuestros huesos. Miles de gitanos incinerados en Auschwitz no encontraron tumba sino en el aire de la Polonia ocupada. Muchos republicanos españoles se quedaron sin patria después de ser liberados de Matahusen: su patria nunca podría ser la España franquista.
Escribí un poema en su honor en
El convoy de los 927.
Definitivamente mi patria está donde tengo el corazón.
... la tierra entera, y el cielo como única bandera.
La última frase (¿Qué tierra, al final, querrá hacer suyos nuestros huesos?), no pretendía manifestar inquietud. Ni preocupación. Era tan sólo un canto a la muerte, sin más.
No me preocupa lo más mínimo qué será de mí cuando muera. Siempre he afirmado que me gustaría ser enterrado allá donde deje de respirar, pues a buen seguro que aquel pedazo de tierra será el que sienta como patria, pues no tengo otra que la porción que en cada momento delimita el contorno de mis zapatos.
apátrida.
Tan bonito como complicado.
Nómada con ganas de regresar a casa.
con música.
bloggenado me encontré con los Zíngaros…
…como zíngaros hacemos del destierro nuestro hogar, y en él recalaremos de por vida…
Tal vez, también busquemos recalar de por muerte… allí donde el momento nos alcance en la muerte… quién decide qué tierra… querrá hacer suyos nuestros huesos?
volveré para darme una vuelta por tu laboratorio…
saludos,
A veces no hace falta siquiera irse muy lejos para sentir ese desarraigo.
Yo me he pasado toda la vida sintiéndome de ninguna parte. Debe ser por eso que me dedico a vivir mitad a un lado mitad al otro de un espejo.
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