Primero sus golpes fueron perdiendo fuerza. Luego se espaciaron.
Ya casi al final se agarró tímidamente al cubrecama.
Quise contar hasta veinte pero por precaución, pensé, mejor contar hasta cincuenta.
Aparté la almohada de su cara. Y pude ver su dulce expresión aterrada.
7 Experimentos:
No se puede ser más frío.
Brrrr!!!
Ay, no sé, eso de la dulce expresión aterrada no me convence, eh. No veo posible que la expresión de terror sea dulce ni siquiera para demostrar la frialdad del narrador, su crueldad por ver dulzura en el terror.
(Me van a odiar tus fans por pejiguera)
Besos
Esperanza
Te entiendo, Esperanza. Le di vueltas a esa final (de hecho quizá todavía sufra alguna modificación). Pero lo que quería transmitir al utilizar el adjetivo "dulce" era el amor del narrador por su víctima.
Y no te preocupes por mis "fans". Pero procura no dejarles una almohada a mano.
Y seguramente entonces, sonrió.
Redondo :-)
Inquietante, o es usted un amante sabio o un aprendiz sádico.
¿?
Un abrazo
Lo tercero.
Muy bueno.
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