9.10.08

A veces se me taponan los oídos

A E.

A veces se me taponan los oídos.


Suele sucederme en la montaña, en casa –resfriado-, o al ascender hacia las espesas nubes en el interior de un aeroplano.


Entonces se atenúan los sonidos, las palabras se empequeñecen y quienes las emiten se alejan lentamente; como deslizándose por una cinta telemétrica. Los pasos de un gato sobre la acera son de cristal. El molesto autobús se vuelve azul; se evapora. Y comienza en el cerebro la música astronómica de las esferas.

3 Experimentos:

La Perra dijo...

¿Has probado con el lorazepan? Verás como puedes inducir ese estado a demanda.
Click

diesirae dijo...

Constato que todavía estás impregnado de poesía. Ésta, normalmente, se esconde bajo el sombrero: es suficiente con saludar a la vida -se ponga como se ponga- quitándose el sombrero e inclinando levemente la cabeza para que las palabras adecuadas se derramen sobre uno.

Yo siempre imaginé que la música de las esferas de la que hablaba Pitágoras como el sonido que emite ese extraño instrumento que llaman Ondes Martenot. Messiaen lo supo utilizar con maestría. Aquí, un ejemplo: http://es.youtube.com/watch?v=WMdtNFVZlJc

Y aquí, un descubrimiento muy curioso: http://www.tendencias21.net/index.php?action=article&id_article=102422

Gracias.
Un abrazo.

Ana dijo...

No me vendría nada mal un estado de esos durante un par de días.

Lo que no sé es si mi visión sería tan maravillosa y si sabría plasmarlo así de bien.

Pero un poquito de amortiguación se agradecería, sí.
Un beso.

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