26.6.08

Rencillas.

La actualidad es una fuente inacabable de desánimo, como un manantial de desconsuelo ininterrumpido.
Con cierta frecuencia la prensa escrita se descuelga con alguna crónica gris como una paloma sucia. Y como ella contumaz e inoportuna.
Soy de natural optimista. Mi fe en el hombre ha pasado por momentos descorazonadores, pero de todos ellos ha salido intacta. Fortalecida incluso. Mi mirada aún mira a la mirada de otros y encuentra honestidad, franqueza e integridad.

El País informa del procesamiento de Joan Borrás Flaviá, un anciano de 75 años, denunciado por su vecina. Al parecer el delito cometido fue fumigar siete árboles, la mayoría de ellos en un lamentable estado de abandono. El hecho molestó, según parece, a Rosa Bonich Bonich quien denunció los hechos en su Ayuntamiento en el 2002. Al no lograr su objetivo volvió a querellarse por lesiones en el 2005, argumentando que las fumigaciones le habían causado “una grave enfermedad respiratoria y psíquica” (llama la atención que otros vecinos cuya vivienda estaba más cercana a los árboles no apreciaron nada en ese sentido). Cuando el juzgado número 2 de Sant Feliú de Llobregat decidió archivar la querella, fue la propia fiscalía quien recurrió el fallo, pidiendo cinco años de prisión para el señor Borrás.
Con tan pocos datos es arriesgado establecer juicios de valor. Seguramente han quedado fuera de la información del periódico infinidad de detalles que la completarían. No lo dudo. Pero ¿qué rencillas pueden llevar a alguien al punto de empujar a un vecino hasta las mismas puertas de la cárcel?

4 Experimentos:

ybris dijo...

Pues es verdad. Malditas rencillas.
Me llama la atención la presteza del procesamiento si se compara con otros casos de más hondo calado.

Un abrazo.

Mamen dijo...

Las peores rencillas son aquellas que uno tiene con uno mismo, generalmente acompañadas de infelicidad (en el más estricto sentido de la palabra).

Ardua tarea la de reconciliarse con la raza humana, a veces.
Besos.

Ana dijo...

Está claro que siempre mejor un árbol que una vecina refunfuñona.
Dígamelo a mí!!!

Un petó!

Simplemente Olimpia. dijo...

Adoro esos ojos de ver la vida que te pones....como una mirada festiva y positiva...yo qué te pensaba más ateo que humano, veo que equivoqué mis términos.

De las renc-illas se suelen sacar las mayores tajadas, puesto que el odio y el egoismo a pequeña escala obtiene mejores resultados negativos.

Me haras pensar, te estoy viendo!!

Olimpia.

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