16.4.09

Into the wild.

Ayer vi, por fin, la película "Into the Wild" (Sean Penn, 2007).

Ahora me persigue de nuevo una idea: la de hacer el bien a nuestros semejantes. No por caridad hacia ellos, sino como terapia personal.

Y pienso una vez y otra en lo importante que es crecer como seres humanos, más allá del agobio que van generándonos nuestras miserias.

4 Experimentos:

Ana dijo...

Yo soy bruja (que no una bruja) y no lo exploto...

Darling, anoche pensaba en usted y en una brevísima conversación en la que hablábamos de Dios... lo recuerda??

Le he echado de menos.
Haga el bien si le hace bien a usted. Lo otro es ser gilipollas, y de eso yo le puedo incluso dirigir una tesina.

Besos de alegría.

Rocío Ovalle dijo...

No puede ser mala terapia, por definición, hacer las cosas bien. Ser seres autocompasivos sólo nos lleva a nuestra propia destrucción.... No tengo el placer de haver visto la película, me la apunto para mis sesiones de los viernes!!!

Un saludo!

ybris dijo...

No he visto la película pero estoy de acuerdo que para las mejores personas el hacer el bien es una espléndida terapia personal.
Lo cual no quita que a los demás les beneficie.

Abrazos.

Mamen dijo...

Vi la película en el cine y me dejó fascinada, de hecho tengo colgada una cita de Thoreau (que mencionan en la peli) en el blog desde entonces. Recuerdo en uno de los diálogos algo que he estado repitiendo en ocasiones. El protagonista (refiriéndose a su padre) comenta: "Te crees inocente porque eres incapaz de hacer daño a nadie, y no eres consciente del daño que acabarás infligiendo".

Toda una oportunidad para abrir los ojos, especialmente si una es madre, como yo.
Un abrazo enorme,
Lula.

Publicar un comentario

Powered By Blogger