3.9.07

Los hombres no lloran.

He llorado poco durante mi vida. Muy poco.

A los niños de mi generación nos enseñaron que llorar era cosa de niñas y que esas cosas de niñas eran despreciables y vergonzosas. Exteriorizar los sentimientos, manifestar inquietudes estéticas, el llanto, la ternura… nos estaba prohibido. Yo era un niño de una timidez exagerada. Mis inseguridades y la vergüenza ante el fracaso, me impidieron aprender ningún juego de equipo. Por ello me arrinconé en las esquinas olvidadas del patio del colegio, contemplando cómo mis compañeros gozaban persiguiendo una pelota, mientras deseaba que nadie reparara en que estaba allí. La invisibilidad es una propiedad que no suele durar mucho; a veces se fijaba en mí algún mayor y me convertía en centro de sus burlas o de sus golpes. Con ello aprendí la lección más falsa e inútil de cuantas recibí en la escuela: que los hombres no lloran.

Todo ello me generó un rechazo inconsciente hacia el llanto, hasta tal punto que cuando tuve que buscar en lo más hondo de mí unas lágrimas con las que paliar la tristeza producida por algún hecho relevante, no las encontrara. Uno debe conocer el laberinto de las propias entrañas para no perderse cuando las circunstancias le obligan a hurgar en él.

Años después, con un esfuerzo del que todavía no me he repuesto, logré abandonar en las cunetas de lo inservible la timidez, las falsas enseñanzas y algunos de mis complejos. Según iba madurando fui descubriendo el placer de mostrarme como era, de entregarme sin medianías a la sensibilidad. Y con ello comenzó el aprendizaje del llanto. (Porque cuando uno intenta llorar después de una vida con los ojos áridos y la mirada seca, los primeros intentos son algo cómico. Se convierten en unos espasmos entrecortados, en una imitación del sollozo que no nos libra de la angustia.)

Ahora casi sé cómo llorar. Y he descubierto que es algo tan reparador como el sueño, como la confesión de una falta antigua, o como fundirse en la vagina de la amada.

24 Experimentos:

UnaExcusa dijo...

A mí también me pasa. Yo aún estoy aprendiendo. Tuve dos años de aprendizaje, mucho lloro, pero luego otra vez igual: seca como la mojama. En fin.

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

He de confesar que tengo muuuuucha facilidad, pero me has hecho llorar un poquito con esta confidencia íntima -incluso ahora, que te escribo- y con tu descripción del llanto en el párrafo final. También he de decir que me he reconocido en ese patio, solita en un rincón, con miedo y vergüenza, mirándote desde la otra esquina y pensando que tal vez tú podías entenderme. Pero lloraba. Siempre fuí una llorona... Hasta de felicidad me caen lágrimas.

Daeddalus dijo...

Estaba recordando una estúpida (como casi todas las suyas) canción del simpar Miguel Bosé. "Los hombres no lloran tienen que pelear y bla bla bla...". Siempre me pareció ridículo que un hombre fuera menos hombre (y vaya a saber uno qué significa eso de "ser menos hombre") por derramar lágrimas o que una mujer demostrara su natural sensibilidad hacer lo propio. En fin, canción estúpida que trata un tópico aún más estúpido.
Lloremos por tanto, ante la belleza o la debilidad, el dolor o la emoción y dejémosmo llevar por los sentimientos. Me gusta el sabor salado de las lágrimas incluso cuando éstas son amargas.

Entre mareas dijo...

Llorar alivia mucho,y la verdad es que no siempre puedes llorar cuando te apetece.
Hay mucha gente que todavía asocia el llanto con la debilidad, que vamos a hacer.
Reservar un rato cada mes para llorar o quedar con los más intimos para llorar o algo así.

Un abrazo

L_Y_R dijo...

el llanto es tan necesario como la risa... ni mas ni menos... si no tanto.

Anónimo dijo...

A los de mi generación nos contaban lo de Boabdil:"Llora como mujer ya que no supiste defenderte como hombre"
Nunca me lo creí, pero la verdad es que uno trata de secarse los ojos por vergüenza.
Algún error debe haber en todo esto, pero al final uno siempre acaba llorando a solas.
Y e4s que todo lo que dices es verdad y lo suscribo.

Abrazos

Antígona dijo...

Me alegro infinitamente de tu aprendizaje. La interiorización de esas consignas que a todos, en una u otra dirección, nos dieron tiene en la ocultación masculina de los sentimientos uno de sus momentos para vosotros más castrantes y más empobrecedores. Porque a veces pareciera que algunos hombres, a fuerza de evitar toda manifestación emocional, ni siquiera fueran capaces de reconocer con claridad, en sí mismos, aquello que sienten. Y esto es grave a la hora de afrontar cualquier aspecto de la vida.

¡Un beso!

Anónimo dijo...

Jo vaig plorar quan vaig estar a prop de la mort. Hi vaig tornar quan vaig retrobar un amic al qui jo ja donava per mort. Ploro quan se’n va per sempre algú a qui estimo.

Vaig plorar molt quan va néixer el meu primer fill. Ho vaig fer a un racó amagat de l’hospital. Vaig tornar a plorar quan va néixer el meu segon fill. Ara ploro per dintre cada vegada que comprovo que assoleixen els seus compromisos amb la vida.

Per a mi plorar va molt lligat amb néixer i morir. I tal com diu l’ybris, no sé per què, però quan ploro de felicitat, acabo plorant sol.

J-R

Tristancio dijo...

Abrir las compuertas del llanto, inaugurar nuevos cauces...y llorar por lo dedos cuando los ojos están cansados.

Saludos.-

Anónimo dijo...

Esto de que los hombres no pueden llorar, para mi es totalmente nulo y el que se haga el duro como yo dijo y se aguante las ganas peor todavia.
Llorar va bien, siempre y cuando sea por sentimientos, dolor, amor, alegria; podriamos decir un monton de cosas y todas hay a quien por lo general su forma de expresarse es con el llanto, y una vez has terminado, te has desahogado te daras cuenta que te sentiras muchisimo mejor; con todo esto que es lo que os quiero decir pues que si teneis ganas de llorar lo hagais que muchas veces nos es necesario.
Muchos besos!!!!
Esceptico la he pifiat

BACCD dijo...

Lo más triste es que estas ideas aún perduran. Tal vez con menor intensidad. Pero "llorar" se considera, especialmente en un niño o un hombre, como un defecto de debilidad. Cuando el llorar, como bien describes, no es más que un desahogo y una expresión necesarios. Tal vez si se llorara más, muchos dejarían de emborracharse tanto.

¡Un beso!

maite dijo...

lloro y rio sin reprimirme cuando lo necesito, antes nunca en público, que alivio!!!

Toy folloso dijo...

Dos posts, estos últimos, a cual más valiente.
Del anterior, me confundo entre la mayoría de los que tenemos el "corazón partío". Y respetamos igual a los "anti", que a los "pro"; buenas razones tienen ambos.
También lloro a veces; casi me he puesto en tu piel, leyéndote.
No acostumbro a usar los comentarios para aumentar visitas a mi blog, pero quisiera que vieras cuanta similitud hay entre tu última entrada y la mía del 5 de febrero.
Bien, a llorar todos mucho, pero de emoción; jamás de dolor.

sergisonic dijo...

a mi padre lo vi llorar pocas veces, por eso sé que cuando no lo hizo en la intimidad, era muy sentido. con el paso y las cicatrices del tiempo he aprendido (aún lo estoy haciendo, nunca se dejan de aprender estas cosas) a no censurar un sentimiento natural, aunque las más veces sea a solas. también se llora con ojos humedecidos, o mediante barbillas temblorosas y emocionadas. y esa lección me la enseñó sin querer mi abuelo, hombre fornido y malgeniado donde los hubiera, pero emocionado ante el nacimiento de un cervatillo en el documental de sobremesa de La2, o ante el épico final de una película de dudosa calidad (o no).

los sentimientos no entienden de generaciones, así que porqué remar contra(mi)corriente.

saludos sónicos

Anónimo dijo...

"Llorar a lágrima viva, llorar a chorros"
Alguien se tiene que quedar sin llorar, no vamos a ponernos a lagrimear todos. Que sean ellos, que bastantes fluídos excretan ya. A mí no me parece mal que los chicos no lloren, te digo.

Anónimo dijo...

Campeón, sigo pensando que es genial.
Musus

Karol Arcique dijo...

me gusta la sensibilidad en un hombre, es tan dificil de hallar, quizas porque estamos bajo las mascaras, hombre y mujer, unos bajo la de la fortaleza y otras bajo la de la debilidad...

pero que bello es cuando esas lagrimas brotan desde el alma...al igual que la risa...

es como cuando deja de llover, la claridad, la brisa, la humedad...

Anónimo dijo...

Yo siempre he sido sensible. Oculto tras un escudo de fuerza y voz recia, pero muy sensible. Esta sensibilidad se ha visto acrecentada con el nacimiento de mi hija. No se por que, pero estoy de un blandito que pa que. Será la edad, no se.

Un abrazo.

Simplemente Olimpia. dijo...

Aún así te hace falta entrenamiento, por que aunque ruede por la mejilla una lágrima y conozcamos su origen, hay veces que no se llora, sino simplemente se desborda un sentimiento que ahoga al alma.
La masculinidad de las lágrimas es inherente a su "sinsentido2.

Te leo crecido, ninguneándo la ilógica, queriendo darle sentido a lo que hasta ahora no lo tuvo, te leo...queriendo conquistar-te, pero sin haberte vencido.
Te leo capaz de casi todo, pero sin esfuerzo, te leo, te leo....enfermo de ti mismo, intentando curarte sin prisas...te leo.

Que llegues a la Itaca de tu pensamiento.
Olimpia

AnA dijo...

Mi admirado Joan llorar nos alimenta y nos hace húmedos y nos permite hacer surcos para adentrarnos donde siempre quisimos estar o de donde deseamos escapar. (siempre es allí mismo).
Gracias por preocuparte.Tus palabras Convierten mi corazón en un pequeño bol de gelatina.

Anónimo dijo...

Tengo que decirte que hecho mucho de menos tu escritura ya que a mi personalmente me hace muchíssima compañia no te lo puedes llegar a imaginar; y es por la manera que tienes de describir las cosas que te han sucedido en tu infancia o en tu viaje a....etc. Ahora mismo me viene a la mente una narración que hiciste de cuando eras pequeño y contavas algo así como que tu preparabas las tazas para el dia siguiente de la leche en la mesa para 10 hermanos y te ivas a dormir el ultimo....etc..enfin se me pone la piel de gallina es algo para mi....es como si cada palabra me ___________;enfin sino te pones pronto a escribir por poquito que sea aqui tendras a CHICA PRADA que se va a poner a llorar y te aseguro que no va a parar nunca más!!!!!!!

MANDARTE MUCHOS BESOS E IMAGINO QUE MUCHOS ANIMOS PORQUE SINO ESCRIBES ALGO NO DEBE IR MUY BIEN TU ERES UNA PERSONA FUERTE.

Alice ya no vive aquí dijo...

Yo de niña nunca lloraba. Crecí con el sentido de la autosuficiencia y la fortaleza cosido en las entrañas. Llorar era cosa de débiles, de cobardes, de perdedores. Y me tragué tantas lágrimas que me inundé por dentro, completamente.

Un día, una mañana cualquiera de un mes cualquiera, una lágrima colmo el recipiente de mi cuerpo y me vertió fuera. Durante mucho tiempo no hice otra cosa que llorar y llorar hasta vaciarme. No entendía cómo cabían tantas lágrimas en un espacio tan pequeño... tantas, tantas, tantas.

Tuve que pagar con retraso mi deuda con ellas, porque no hay vida que subsista sin el equilibrio que otorgan, sin la liberación que suponen, sin la libertad que otorgan al alma.

Todo el mundo debería aprender a llorar y hacerlo siempre y tanto como necesitase.

Hipatia dijo...

Y a las mujeres se nos ha acusado de "lágrima fácil", o de recurrir a ellas falsamente, así que también me he pasado la vida conteniendo el llanto: el dolor se multiplica.
¿El caso es que nadie quiere ver llorar a nadie?
Gracias Joan. Empiezas a tener unos rasgos de "único" muy acusados...
Un beso desde la Nave.

Tamaruca dijo...

Caramba, qué preciosidad. Esto sí es verdadera sensibilidad :)

Me alegro de que lograses aprenderlo, se queda uno taaaan relajado después de un buen berrinche, jeje...

Un beso, buen día.

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